Colóquelas en la vagina y sienta la increíble estimulación que proporcionan.
Cada bola kegel contiene un pequeño peso en el interior, así, a cada movimiento que su cuerpo hace, estas pesos se mueven y las bolas golpean una a la otra, enviando deliciosos espasmos por los músculos de la vagina.
No sólo estos espasmos trabajan para estimular la vagina, también actúan como un ejercicio, haciendo los músculos internos más fuertes y más apretados para su placer.